La vida es muy dura y no todos triunfamos en ella. Para alguien solitario, la soledad produce estrías, esperemos que no en la mano.
Poniendo la mirada hacia nuestro siglo contemporáneo desde una perspectiva histórica, el cambio generacional, así como la descendencia, nos llevan al fin de una etapa materialista y al inicio de una espiritual.
Esta etapa espiritual está más allá del bien y del mal y no sufre de neotecnia. Los niños ya no son niños y las niñas ya no son niñas. Evaluándolo de un modo cristiano se podría decir que son "diablillos" jugando a ser "Dios".
Se conocen muchos casos como el de San Antonio de Padua que arrodillado se desdobló y apareció en otra iglesia. Milagros. Así se podría superar la herejía y ver a la generación de Cristo satánica como generación de cristal.
Obran o obrarán milagros que nuestra mente no podrá comprender y serán la primera y la ultima generación de lo que hoy entendemos por humanos. Así superando la materialidad del cuerpo y haciendo uso de su espíritu, se desdoblarán, viajarán por la red, viajarán a otros planetas y culminarán la obra que un día empezó Dios desde el barro.
¿Y quién soy yo?: El comentarista.
He venido a hablaros de cómo serán mis últimos años en la tierra y como la nueva generación por activa o por pasiva, floreciendo o marchitando, modelaran nuestro futuro soñado.
Lo realmente perjudicial de mi reflexión es que no aventuro un cambio positivo sino negativo. No creo que nada bueno nos espere a pesar de que ellos hayan depositado muchas (o pocas) esperanzas en su propio futuro.
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